Hola, Juana:
Comienzo esta carta con fastidio por no poder utilizar tu nombre real. Son tantos años los que hemos vivido en el centro de servicios sociales que me cuesta pensar en ti con el nombre de Juana, aún así trataré de fijar tu nombre y tu cara en mi mente mientras escribo esta carta que posiblemente nunca leerás.
Aunque me encanta mi nuevo trabajo me acuerdo mucho de ti, y también de otros usuarios (¡No te enfades, que nos conocemos!) ¿Recuerdas cuando te expliqué que tú eras una usuaria? Aún me río cuando lo cuento. Tú me contestaste medio sorprendida medio ofendida ¿Y eso qué es? Yo soy Juana y soy tu amiga. Y en verdad llegaste a ser una amiga pues compartíamos preocupaciones, tuyas y mías, y tú te interesabas de verdad, como te interesas por todo el mundo, hasta por los dos perroflautas que te encontraste en la calle comiendo gusanitos del suelo. Entraste al centro con los dos ¡Qué imagen imborrable! Una gitana de taitantos años acompañada de dos jóvenes punk con perro gr…
Comienzo esta carta con fastidio por no poder utilizar tu nombre real. Son tantos años los que hemos vivido en el centro de servicios sociales que me cuesta pensar en ti con el nombre de Juana, aún así trataré de fijar tu nombre y tu cara en mi mente mientras escribo esta carta que posiblemente nunca leerás.
Aunque me encanta mi nuevo trabajo me acuerdo mucho de ti, y también de otros usuarios (¡No te enfades, que nos conocemos!) ¿Recuerdas cuando te expliqué que tú eras una usuaria? Aún me río cuando lo cuento. Tú me contestaste medio sorprendida medio ofendida ¿Y eso qué es? Yo soy Juana y soy tu amiga. Y en verdad llegaste a ser una amiga pues compartíamos preocupaciones, tuyas y mías, y tú te interesabas de verdad, como te interesas por todo el mundo, hasta por los dos perroflautas que te encontraste en la calle comiendo gusanitos del suelo. Entraste al centro con los dos ¡Qué imagen imborrable! Una gitana de taitantos años acompañada de dos jóvenes punk con perro gr…